DEL SUEÑO A LA REALIDAD



Una vez, en el lugar más hermoso del universo vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.

Sueño se la pasaba por las nubes, por allá en lo alto, jugando y jugando todo el día.

Una vez Sueño se dio cuenta que él no crecía como crecían sus amigos. Además empezó a sentirse muy débil y poco a poco perdió sus ganas de jugar.

Un gran día, Dios desde el cielo al ver a su amado hijo Sueño tan débil, envió un mensajero celestial en su ayuda. 

El mensajero llevaba consigo un maletín muy especial que contenía elementos divinos para fortalecer y hacer crecer a Sueño.

Desde el mismo instante que aquel mensajero llegó, Sueño empezó  a sentirse mejor y mejor, pues cada día aquel mensajero lo alimentaba con celestiales manjares: muchos caldos de constancia con fuerza, platos muy nutritivos de voluntad y trabajos, postres hechos a base de paciencia, fantásticos jugos hechos con decisión y, lo más importante, tratándolo con mucha confianza y sobre todo con mucho amor a Dios.

Sueño creció y creció y llegó a dejar de ser Sueño para convertirse en Meta, claro que siguió jugando pero ya no por las nubes, sino aquí en la tierra conociendo cada vez más otros mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción y un día no muy lejano dejó de ser Meta y se transformó en Realidad.
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Luego de leer esta reflexión, contesta:

1.¿Qué es un sueño?
2. ¿Qué es una meta?
3. ¿Cuáles son tus sueños?
4. ¿Cuáles son tus metas?
5. ¿Qué estás haciendo para alcanzarlas?
6. ¿Qué ayudo a Sueño a convertirse en Realidad?