VARGAS LLOSA, Mario
ELOGIO
DE LA LECTURA Y LA FICCIÓN
Discurso
nobel. Estocolmo, 7 de diciembre de
2010.
DANIEL
ORLANDO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
Facultad
de Educación
Universidad
de San Buenaventura
Sin lugar a dudas uno de los mayores
reconocimientos que puede recibir un escritor y de paso todos sus seguidores,
es el respetado premio Nobel de literatura que se entrega desde 1901 a todos
aquellos escritores que hayan producido una obra en la dirección ideal, y que
desde 1990 no se le otorgaba a un latinoamericano. Este premio es el
reconocimiento a la vida y obra de un escritor como el otorgado el año pasado
al peruano Mario Vargas Llosa.
Elogio de la lectura y la ficción, es el
discurso que pronunció el literato el 7 de diciembre de 2010 en Estocolmo al
recibir el premio Nobel de literatura,
en el que hace un recorrido interesante por aquellas circunstancias,
influencias, etapas y concepciones que hacen de un hombre común un escritor
reconocido.
Mario Vargas Llosa estructura básicamente su
discurso en cuatro grandes partes: en la
primera, hace una síntesis de su proceso como lector para convertirse luego en
escritor y la influencia que recibió de su familia, amigos y diferentes
escritores tanto hispanoamericanos como europeos. Cabe destacar en esta primera
parte el aporte de ciertas claves a aquellos que oyendo o leyendo su discurso
estén en ese proceso y deseo de ser grandes escritores. Si bien, escribir no es
una tarea fácil como él mismo lo menciona en su discurso al decir que el
“talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia” así mismo como que “la
literatura es tanto una vocación como una disciplina” (Llosa: 2010) no deja de
lado ofrecer al que le escuche una serie de herramientas que son importantes en
la tarea de hacer literatura, como leer bastante y así reconocer en otros
escritores esas claves que pueden ayudar a darle forma y sentido a un texto. Es
así que mencionando autores como Faulkner, Thomas Mann entre otros deja ver todos
los aspectos fundamentales como la planeación, preparación y propósito que
hacen de un libro una buena obra literaria.
No se trata de escribir por escribir sino de
hacerlo con un propósito determinado y es en este aspecto que Vargas Llosa le
da paso a la segunda parte de su discurso que es la función crítica,
transformadora y sanadora de la literatura. De manera acertada propone como las
obras literarias ayudan a conocer los “abismos de lo humano” a formar
“espíritus críticos” o inventar ficciones para poder “protestar contra las
insuficiencias de la vida… y vivir de alguna manera las muchas vidas que
quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola” (p.2)
Tomando como referencia la función de la
literatura como instrumento para formar mentes críticas y libres, pasa a la
tercera gran parte de su discurso que es su posición personal sobre las
dictaduras y el daño que éstas les ocasionan a las sociedades que tienen que
sufrirlas. En este punto su discurso parece perder un poco la finalidad del
mismo para darle paso más a una apreciación subjetiva de la realidad política
de algunos países que tienen como forma de gobierno regímenes totalitarios.
Posteriormente retoma la exposición de la
influencia que aportaron algunos escritores, países como Francia y España, su
esposa, la difícil relación con su papá y su formación académica, en su forma
particular de escribir. Aunque hace aportes interesantes a la concepción de
patria, nacionalismo y patriotismo, su discurso parece perder por momentos el
hilo conductual que le permite al oyente ir descubriendo el propósito real de
sus palabras dentro del contexto en el que se emite su discurso.
Por otra parte, habla también de otras de sus
dos pasiones que son el periodismo y el
teatro en el que hace un interesante aporte acerca de como el ser periodista le
permitió conocer de una manera particular la historia de su país y de esta
manera enriquecer su pluma con todas las experiencias que iba a recogiendo a lo largo de su trabajo
como informador. En cuanto al teatro, relaciona de manera acertada la relación
que tiene con la ficción y menciona la experiencia interesante que le llevó a
hacer realidad el deseo de “encarnar por unas horas a un personaje de la
ficción” (p.11).
Por último concluye su discurso retomando lo
expuesto anteriormente sobre la importancia de la literatura como el
instrumento que “introduce en nuestros espíritus la inconformidad y la rebeldía
que están detrás de todas las hazañas que han contribuido a disminuir la
violencia en las relaciones humanas”.
Es por lo tanto, el discurso de Mario Vargas
Llosa, un texto que muestra de manera encantadora todas las experiencias,
influencias, concepciones que hicieron del escritor el hombre a quien la
Académica Sueca de la Lengua quiso reconocer como uno de los mejores literatos
que tenga el continente americano. Además, es un importante documento para
todos aquellos que quieran encontrar las herramientas necesarias para aventurarse
en el fantástico mundo de escribir literatura y así entender que ella es “una
necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose
y conservando en nosotros lo mejor de lo humano”.
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BOORSTIN,
Daniel J.
LOS DESCUBRIDORES
Volumen I: El tiempo
y la geografía
Libro segundo: La
tierra y los mares
Editorial
Critica, España, 1986, Pp. 294.
NOMBRE DEL RESEÑISTA
Facultad
de Humanidades
Universidad
Pedagógica Nacional
Los descubridores es una obra interesante construida a partir de
numerosas investigaciones sobre el camino histórico que recorrieron numerosas civilizaciones y
hombres en particular, para ir develando
el conocimiento de la geografía de nuestro planeta.
El
historiador estadounidense Daniel J.
Boorstin estructura su texto en dos libros. El primero llamado El tiempo y el segundo que títula La tierra y los mares, del cual nos
ocuparemos en el presente escrito.
El
conocimiento actual que tenemos sobre la geografía de nuestro planeta,
especialmente del Nuevo Mundo no nace del azar ni es producto exclusivo de la
tecnología. El autor nos lleva de la mano a través de sus cinco capítulos, por un recorrido interesante que revela como
desde la “mezcolanza de fantasía y
dogma” pág. 119 se fueron trazando los
primeros mapas de lo espiritual, es decir lo intangible (cielo, infierno, Edén,
Gog y Magog), hasta lo tangible, a decir
el mar, la tierra (cuadrada, plana, oviforme, redonda, rectangular, circulo
plano) y los continentes.
Boorstin,
nos indica los diferentes caminos que enriquecieron el conocimiento de la
geografía de nuestro planeta y “dan testimonio… de la época heroica de los
viajes por tierra” pág. 149, entre esos destacando las peregrinaciones
(católicas, musulmanas, budistas), las cruzadas, las misiones y a quienes las
promovieron o ejecutaron (Pedro el Ermitaño, Papa Urbano II, Papa Bonifacio
VIII, Papa Inocencio IV, Ibn Battuta, Asoka,). Otros nombres que aparecen en
esta magnífica obra por los aportes hechos
por sus viajes o misiones por tierra son Luis IX, Kuyuk Kan,
Fray Guillermo de Rubrick, Marco Polo, Kublai Kan, Francesco Balducci Pegolotti.
No
obstante, no fueron solamente los viajes terrestres a través de misiones,
conquistas, peregrinaciones, cruzadas, etc, quienes hicieron sus aportes a la
geografía y la cartografía, también lo serían los viajes marítimos como
acertadamente lo dice el autor “El
cierre de los caminos demostró ser un regalo del cielo. Los europeos empujados
por nuevos estímulos a viajar por mar, descubrirían vías marítimas hacia todas
partes. La ciencia de la cartografía floreció primero en el mar” pág. 150. Los
errores en los mapas de Ptolomeo “influirían de modo decisivo en la exploración
del mundo” pág. 158.
Por
añadidura, da las razones por las que el mar fue “la cuna de los mapas útiles,
exactos, y científicos de la tierra” pág. 152
entre esas ir y regresar a la India, motivo que accidentalmente permitió
el descubrimiento de América. En su libro aparecerán con lujo de detalles pioneros
y maestros –indirectos y directos- de la cartografía como Scylax, Mercator,
Abraham Ortelio, Abraham Cresques, Fray Mauro, Martín Waldseemüller, Cristóbal
Colón, navegantes portugueses, navegantes chinos, Enrique el Navegante, Alvise
da Cadamosto, Dias, el rey Juan II, rey Manuel I, Vasco de Gama, Ibn Majid, quienes si no hubiesen tenido curiosidad por
las tierras desconocidas o hubieran “roto la barrera del miedo y la sombra del
temor” pág. 171, no habrían permitido la mezcla perfecta de ingredientes como la
inteligencia, el talento, la observación, los diferentes intereses al navegar (la
necesidad de comercio, descubrir, conquistar, obtener rarezas y curiosidades, condimentos, saquear tesoros sagrados) convirtiendo
así al mar en la mejor avenida al descubrimiento y por ende a la configuración
moderna del conocimiento sobre la geografía y cartografía universal. Algunos de
ellos convertidos en una clase de “Periodistas marinos” pág.226 como los llama
el escritor.
De
la misma manera, Boorstin nos muestra como la imprenta, la brújula, las cartas
de navegación, crónicas, diarios de viajes, “cambiarían no solo el contenido
sino también el uso y los métodos del conocimiento geográfico” pág. 160
Por
lo tanto, los descubridores de Daniel
J. Boorstin es un texto que muestra de manera encantadora todas las historias,
circunstancias, experiencias, concepciones, influencias, dogmas, elementos,
hombre con sus aciertos y desaciertos que aportaron su granito de arena para
configurar el conocimiento de la geografía moderna. Además, es un importante
documento para todos aquellos que quieran aventurarse en un viaje sin
precedentes por la historia del hombre
como descubridor y conquistador de su propio planeta.