COMENTA LAS TRES PRIMERAS QUE ENCUENTRES


TODAVÍA HAY GENTE ALTRUISTA

Me compartieron este video de face donde un colombiano más de esos que recorren las calles pero no son iguales a los demás proque brillan por su diferencia le celebra su cumpleaños a una habitante de la calle. Un video corto digno de elogiar.

bbcuito hemoxiro

http://www.youtube.com/watch?v=Zn1A7zt82uc

GRUPO DE LA CLASE DE ESPAÑOL EN FACEBOOK

http://www.facebook.com/groups/204044102970202/?fref=ts

La ausencia de un papá (un poco de rap)

Quise compartir esta canción de rap que habla sobre una necesidad común para muchos: haber crecido sin papá o con un papá a medias.



Una nueva apuesta educativa



Multas a malos padres y castigos en escuelas
Por: Miguel de Zubiría*
La aprobación en Inglaterra de una ley que autoriza a los docentes a utilizar la fuerza abrió el debate sobre las bondades de las sanciones para la formación de los estudiantes.

Aunque lo ideal es educar sin sancionar, el gobierno británico cree que a veces la sola palabra de  los profesores no basta para controlar a sus estudiantes.
El Ministerio de Escuelas, Infancia y Familia de Inglaterra les acaba de retornar a los profesores la autoridad para utilizar la fuerza en casos de defensa propia o para prevenir que los alumnos se lesionen entre sí o afecten las instalaciones de la escuela. Esta medida le pone fin a décadas de ejercicio docente sin autoridad, de estudiantes llenos de derechos y ningún deber (el anhelo de Rousseau y la tercera generación del amor a los hijos del doctor Spock), cuyos daños sobre la sociedad occidental están por evaluar.
La Asociación Británica de Maestros encontró que la mayoría absoluta de profesores encuestados conceptúan que la disciplina ha empeorado en sus escuelas. Comentan que niños menores de 5 años de edad ya se comportan de manera ruda, intimidante y hasta violenta.
La explicación es muy sencilla: si a dos papás, adultos hechos y derechos, la escena a diario se les sale de las manos, cómo no a un profesor responsable por 30, 40 o más muchachos malcriados, desarmado por completo, solo, con el escaso poder de su palabra.
La genial decisión de devolverles la autoridad a los maestros, hoy llamados docentes, replantea la pregunta políticamente incorrecta de si deben los padres o los profesores sancionar a sus hijos y estudiantes. Lo primero por reconocer es que sería magnífico educar sin sancionar ni castigar. Posible siempre y cuando se cumpla un requisito: el de que los niños siempre sean responsables con sus deberes, acaten las normas y respeten a las figuras de autoridad, es decir, sean buenos por naturaleza. En tal caso sobrarían las sanciones, ¡y sobraría formarlos!
Los castigos no son de incumbencia infantil. También los adultos incumplimos, por esto existen códigos completos de sanciones a las violaciones de tránsito, comerciales, administrativas, de impuestos, etc. Si cumpliésemos desaparecería la exitosa profesión de los abogados, ésta existe porque los adultos no somos buenos, tampoco los niños, ¡nadie!
La bondad universal sería encantadora. Convencería a los delincuentes, a los estafadores, a los secuestradores, a los guerrilleros, a los terroristas de que sus actos son malos, que dañan a otros. Ellos lo saben, todos lo saben. Sólo que sus ganancias al delinquir superan infinitamente la posible pérdida de ser sancionados, en nuestro país exigua. La maldad paga demasiado bien. Ese es el problema.
Sin embargo, contra estas evidencias del sentido común, con su libro de 1946 el doctor Benjamín Spock —inspirado en Rousseau— acabó por convencer a los padres de que su labor es la de querer a sus hijos y nunca castigarlos. Así nacería un mundo de amor y fraternidad universal, que no ha llegado.
En contravía con el doctor Spock, algunos padres aplican la didáctica positiva y luego la didáctica negativa, con magníficos resultados. Con suma paciencia esos sabios padres o madres le explican a su hijo las conveniencias de, por ejemplo, tender su cama. Una vez el niño aprende a hacerlo, este deber no sólo ayuda a los demás miembros del hogar sino que convierte al menor en alguien responsable, una cualidad definitiva para recorrer la vida.
Lo importante es que los padres no sólo le enseñen paso a paso el dominio de este oficio, sino el tener que hacerlo todos los días sin excepción. A muchos niños la convincente explicación y modelación de sus padres les basta. Magnífico. A otros no. Un día simplemente la dejan destendida. Es en este momento cuando los padres deben aplicar la didáctica negativa, por el bien de su hijo y el de quienes convivan a su alrededor.
Así que no sólo basta con repetirle el valor de cumplir el deber, sino que ahora es necesario hacerlo con la palabra, la postura y la mirada severa del padre o la madre. Si el hijo falta de nuevo, hay que anunciarle que vendrá una sanción. La advertencia hecha con la palabra, la postura y la mirada severa de padres con autoridad —no que buscan ser amigos de sus hijos— muchas veces basta. Pero si el menor reincide es justo aplicar la sanción estipulada. Las culturas humanas, aún, no han descubierto un método más eficaz, y me temo que no existe.
Y, por supuesto, de igual manera actúa el profesor, si es un formador moral, como todos lo deberíamos ser, no sólo un enseñante o docente de una ciencia. Como vuelve a ocurrir en Inglaterra, para bien de la generación actual, cuyos resultados se verán pronto.
Pero aquí no paran las buenas noticias venidas de Londres. El ministro de Educación agregó que las escuelas ya cuentan con nuevos poderes legales para llevar a la corte a los padres de los menores que con frecuencia causan problemas.
Si crían hijos irresponsables, los padres responderán por los efectos negativos sobre la sociedad una vez se conviertan en disociales o antisociales. Los malos padres no podrán ‘lavarse las manos’ y abandonar a su hijo malcriado al sistema policivo y judicial, pagado por todos los contribuyentes, para que lo encarcelen y encierren. No. ¡Ellos irán a la corte!
Cada director de colegio deberá iniciar los procedimientos en las cortes locales. O los padres reasumen su papel de formar hijos responsables y respetuosos —una vez firmado ante la corte su compromiso indeclinable de corregir a su hijo, esto es, de comenzar a emplear la didáctica positiva y negativa utilizadas por las sociedades humanas, educadoras de adultos respetuosos y responsables—, o enfrentan una primera sanción pecuniaria por valor de US$1.500.
¿Deben los padres o los profesores sancionar a sus hijos y estudiantes? Por supuesto que sí. Siempre y cuando los muchachos conozcan las razones positivas para acatar una norma y sepan cumplirla. Lo cierto es que a través de este camino ganamos todos, pero sobre todos ellos, ya que un joven irresponsable o irrespetuoso dañará a sus semejantes, tanto como a su sociedad permisiva.
Con esta genial medida que va en contra de las ingenuas ideas de los pacifistas, en Inglaterra posiblemente desaparezcan los delincuentes, los estafadores, los secuestradores, los terroristas de su país posmoderno e ingresen a un mundo donde los padres y los profesores tienen criterio y los niños, al ejercer sus deberes, conquisten sus derechos. No al revés.
¿Es su hijo o estudiante desobediente, altanero, irrespetuoso, irresponsable? Si usted viviera en Inglaterra ya sabría qué hacer, el Ministerio de Escuelas, Infancia y Familia  y las cortes lo apoyarían, confiarían en su criterio de adulto.

Escribe alguna frase de un profesor


¿Por qué creen que Colombia es un país que elogia a los avivatos?

El buen estudiante es discriminado, convertido en objeto de burlas y, en muchas ocasiones, víctima del matoneo. Así, el héroe escolar no es el alumno excelente, sino el avivato, el más hábil para el pastel o la copialina.

Detalles http://bit.ly/PPHDWg

EL TIEMPO

UNA RESPUESTA


Mirando la red social de facebook, me encontré con esta respuesta que dio un joven a una pregunta con un tono ofensivo que le hizo una muchacha. ¿Qué opina de esa respuesta?

El Tiempo

¿Por qué creen que los colombianos tenemos fama de dejar 'todo' para último momento? ¿O no creen que sea así?

El Tiempo

¿Qué te dice esta imagen?


COLOMBIA: PAÍS DE MUCHOS, PATRIA DE POCOS

Hace dos días en Colombia fue festivo. Se supone que no debía ser un festivo normal, pero para muchos sí lo fue. La diferencia con otros, es que ese día se pone una bandera del país para conmemorar un año más de libertad. Muchos lo hacen por costumbre, otros ni siquiera la ponen y otros lo que hacen es repetir el mismo discurso infructuoso de que no somos libres porque le hemos vendido nuestra soberanía a los EE.UU. como si las decisiones de un Gobierno fueran nuestro único problema. 

 A mi hija mayor, en el jardín le ayudaron a hacer una bandera de Colombia pequeña. Cuando la fui a recoger, estaba feliz con su bandera y me repetía una y otra vez que había que colgarla de la ventana (ventana que no tenemos donde vivo). El asunto es que me alegró ver que había una semilla de patriotismo en su corazón, no porque tener una bandera colgada de un asta simbolice amor a la patria, pero si porque a su edad temprana sabía que es importante demostrar de alguna manera que nos importa el país en el que nacimos. Tristemente, a medida que pasan los años esas semillas de patriotismo o nunca germinan o dan paso a bonsais que nunca serán arboles o que con el tiempo simplemente morirán.

 Creo que muchos son los problemas que tenemos como nación: no solo el Gobierno como promulga la izquierda (hago la aclaración: no soy de derecha tampoco)sino también los grupos ilegales, el horrible cáncer de avaricia que corroe las mentes de muchos colombianos y que genera violencia, dolor y miseria; también la indiferencia de la gente que en cosas tan sencillas como cantar un himno, no lo hacen o en cuidar lo que nos pertenece (pues a diario botan basura a las calles o dañan la naturaleza).  

Creo que cuando sintamos esta patria como nuestra, cuando entendamos el significado de cada color de nuestra bandera, ahí si empezará a verse un cambio en nuestro país. ¿Y tú querido lector, sientes esta nación como tuya si o no? ¿Te sientes patriota o crees que eso ya paso de moda?

LO QUE DEBE SER UNA BUENA PAREJA

http://katerineamortegui.bligoo.com.co/no-es-una-tipica-modelo-que-se-casa-con-un-tipico-rockero

OTRA MÁS

¿Qué piensas sobre lo que le sucedio a esta desafortunada mujer? http://www.canalrcnmsn.com/noticias/reconstrucci%C3%B3n_de_las_%C3%BAltimas_horas_de_rosa_elvira_cely

Fomo

El Tiempo Expertos advierten sobre 'Fomo', el miedo a perderse de algo o a que los demás la pasen mejor, una nueva fobia producto de las redes sociales. Las personas que lo sufren, presentan ansiedad y angustia cuando no están al tanto de la actividad de sus contactos. http://bit.ly/JDHc02 ¿Conoce alguien que sufra este mal? ¿Se considera adicto a las redes sociales?

Más ataques con acido

http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-11865563.html

¿Qué opinas del racismo?

http://www.eltiempo.com/politica/la-demanda-que-tiene-en-aprietos-a-un-diputado-por-racismo_11842497-4

CUÁLES SON SUS INTERPRETACIONES DEL CUENTO


Junto a un bosque muy grande vivía un pobre leñador con su mujer y dos hijos; el niño se llamaba Hänsel, y la niña, Gretel. Apenas tenían qué comer, y en una época de carestía que sufrió el país, llegó un momento en que el hombre ni siquiera podía ganarse el pan de cada día. Estaba el leñador una noche en la cama, cavilando y revolviéndose, sin que las preocupaciones le dejaran pegar el ojo; finalmente, dijo, suspirando, a su mujer:
- ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Cómo alimentar a los pobres pequeños, puesto que nada nos queda?
- Se me ocurre una cosa -respondió ella-. Mañana, de madrugada, nos llevaremos a los niños a lo más espeso del bosque. Les encenderemos un fuego, les daremos un pedacito de pan y luego los dejaremos solos para ir a nuestro trabajo. Como no sabrán encontrar el camino de vuelta, nos libraremos de ellos.
- ¡Por Dios, mujer! -replicó el hombre-. Eso no lo hago yo. ¡Cómo voy a cargar sobre mí el abandonar a mis hijos en el bosque! No tardarían en ser destrozados por las fieras.
- ¡No seas necio! -exclamó ella-. ¿Quieres, pues, que nos muramos de hambre los cuatro? ¡Ya puedes ponerte a aserrar las tablas de los ataúdes! -. Y no cesó de importunarle hasta que el hombre accedió
-. Pero me dan mucha lástima -decía.
Los dos hermanitos, a quienes el hambre mantenía siempre desvelados, oyeron lo que su madrastra aconsejaba a su padre. Gretel, entre amargas lágrimas, dijo a Hänsel:
- ¡Ahora sí que estamos perdidos!
- No llores, Gretel -la consoló el niño-, y no te aflijas, que yo me las arreglaré para salir del paso.
Y cuando los viejos estuvieron dormidos, levantóse, púsose la chaquetita y salió a la calle por la puerta trasera. Brillaba una luna esplendoroso y los blancos guijarros que estaban en el suelo delante de la casa, relucían como plata pura. Hänsel los fue recogiendo hasta que no le cupieron más en los bolsillos. De vuelta a su cuarto, dijo a Gretel:
- Nada temas, hermanita, y duerme tranquila: Dios no nos abandonará -y se acostó de nuevo.
A las primeras luces del día, antes aún de que saliera el sol, la mujer fue a llamar a los niños:
- ¡Vamos, holgazanes, levantaos! Hemos de ir al bosque por leña-.
Y dando a cada uno un pedacito de pan, les advirtió-: Ahí tenéis esto para mediodía, pero no os lo comáis antes, pues no os daré más. Gretel se puso el pan debajo del delantal, porque Hänsel llevaba los bolsillos llenos de piedras, y emprendieron los cuatro el camino del bosque. Al cabo de un ratito de andar, Hänsel se detenía de cuando en cuando, para volverse a mirar hacia la casa. Dijo el padre:
- Hänsel, no te quedes rezagado mirando atrás, ¡atención y piernas vivas!
- Es que miro el gatito blanco, que desde el tejado me está diciendo adiós -respondió el niño.
Y replicó la mujer:
- Tonto, no es el gato, sino el sol de la mañana, que se refleja en la chimenea.
Pero lo que estaba haciendo Hänsel no era mirar el gato, sino ir echando blancas piedrecitas, que sacaba del bolsillo, a lo largo del camino. Cuando estuvieron en medio del bosque, dijo el padre:
- Recoged ahora leña, pequeños, os encenderé un fuego para que no tengáis frío.
Hänsel y Gretel reunieron un buen montón de leña menuda. Prepararon una hoguera, y cuando ya ardió con viva llama, dijo la mujer:
- Poneos ahora al lado del fuego, chiquillos, y descansad, mientras nosotros nos vamos por el bosque a cortar leña. Cuando hayamos terminado, vendremos a recogeros.
Los dos hermanitos se sentaron junto al fuego, y al mediodía, cada uno se comió su pedacito de pan. Y como oían el ruido de los hachazos, creían que su padre estaba cerca. Pero, en realidad, no era el hacha, sino una rama que él había atado a un árbol seco, y que el viento hacía chocar contra el tronco. Al cabo de mucho rato de estar allí sentados, el cansancio les cerró los ojos, y se quedaron profundamente dormidos.
Despertaron, cuando ya era noche cerrada. Gretel se echó a llorar, diciendo:
- ¿Cómo saldremos del bosque?
Pero Hänsel la consoló:
- Espera un poquitín a que brille la luna, que ya encontraremos el camino.
Y cuando la luna estuvo alta en el cielo, el niño, cogiendo de la mano a su hermanita, guiose por las guijas, que, brillando como plata batida, le indicaron la ruta. Anduvieron toda la noche, y llegaron a la casa al despuntar el alba. Llamaron a la puerta y les abrió la madrastra, que, al verlos, exclamó:
- ¡Diablo de niños! ¿Qué es eso de quedarse tantas horas en el bosque? ¡Creíamos que no queríais volver!
El padre, en cambio, se alegró de que hubieran vuelto, pues le remordía la conciencia por haberlos abandonado. Algún tiempo después hubo otra época de miseria en el país, y los niños oyeron una noche cómo la madrastra, estando en la cama, decía a su marido:
- Otra vez se ha terminado todo; sólo nos queda media hogaza de pan, y sanseacabó. Tenemos que deshacernos de los niños. Los llevaremos más adentro del bosque para que no puedan encontrar el camino; de otro modo, no hay salvación para nosotros.
Al padre le dolía mucho abandonar a los niños, y pensaba: «Mejor harías partiendo con tus hijos el último bocado». Pero la mujer no quiso escuchar sus razones, y lo llenó de reproches e improperios. Quien cede la primera vez, también ha de ceder la segunda; y, así, el hombre no tuvo valor para negarse. Pero los niños estaban aún despiertos y oyeron la conversación. Cuando los viejos se hubieron dormido, levantóse Hänsel con intención de salir a proveerse de guijarros, como la vez anterior; pero no pudo hacerlo, pues la mujer había cerrado la puerta. Dijo, no obstante, a su hermanita, para consolarla:
- No llores, Gretel, y duerme tranquila, que Dios Nuestro Señor nos ayudará.
A la madrugada siguiente se presentó la mujer a sacarlos de la cama y les dio su pedacito de pan, más pequeño aún que la vez anterior. Camino del bosque, Hänsel iba desmigajando el pan en el bolsillo y, deteniéndose de trecho en trecho, dejaba caer miguitas en el suelo.
- Hänsel, ¿por qué te paras a mirar atrás? -preguntóle el padre-. ¡Vamos, no te entretengas!
- Estoy mirando mi palomita, que desde el tejado me dice adiós.
- ¡Bobo! -intervino la mujer-, no es tu palomita, sino el sol de la mañana, que brilla en la chimenea.
Pero Hänsel fue sembrando de migas todo el camino. La madrastra condujo a los niños aún más adentro del bosque, a un lugar en el que nunca había estado. Encendieron una gran hoguera, y la mujer les dijo:
- Quedaos aquí, pequeños, y si os cansáis, echad una siestecita. Nosotros vamos por leña; al atardecer, cuando hayamos terminado, volveremos a recogemos.
A mediodía, Gretel partió su pan con Hänsel, ya que él había esparcido el suyo por el camino. Luego se quedaron dormidos, sin que nadie se presentara a buscar a los pobrecillos; se despertaron cuando era ya de noche oscura. Hänsel consoló a Gretel diciéndole:
- Espera un poco, hermanita, a que salga la luna; entonces veremos las migas de pan que yo he esparcido, y que nos mostrarán el camino de vuelta.
Cuando salió la luna, se dispusieron a regresar; pero no encontraron ni una sola miga; se las habían comido los mil pajarillos que volaban por el bosque. Dijo Hänsel a Gretel:
- Ya daremos con el camino -pero no lo encontraron.
Anduvieron toda la noche y todo el día siguiente, desde la madrugada hasta el atardecer, sin lograr salir del bosque; sufrían además de hambre, pues no habían comido más que unos pocos frutos silvestres, recogidos del suelo. Y como se sentían tan cansados que las piernas se negaban ya a sostenerlos, echáronse al pie de un árbol y se quedaron dormidos.
Y amaneció el día tercero desde que salieron de casa. Reanudaron la marcha, pero cada vez se extraviaban más en el bosque. Si alguien no acudía pronto en su ayuda, estaban condenados a morir de hambre.
Pero he aquí que hacia mediodía vieron un hermoso pajarillo, blanco como la nieve, posado en la rama de un árbol; y cantaba tan dulcemente, que se detuvieron a escucharlo. Cuando hubo terminado, abrió sus alas y emprendió el vuelo, y ellos lo siguieron, hasta llegar a una casita, en cuyo tejado se posó; y al acercarse vieron que la casita estaba hecha de pan y cubierta de bizcocho, y las ventanas eran de puro azúcar.
- ¡Mira qué bien! -exclamó Hänsel-, aquí podremos sacar el vientre de mal año. Yo comeré un pedacito del tejado; tú, Gretel, puedes probar la ventana, verás cuán dulce es.
Se encaramó el niño al tejado y rompió un trocito para probar a qué sabía, mientras su hermanita mordisqueaba en los cristales. Entonces oyeron una voz suave que procedía del interior: «¿Será acaso la ratita la que roe mi casita?» Pero los niños respondieron: «Es el viento, es el viento que sopla violento». Y siguieron comiendo sin desconcertarse. Hänsel, que encontraba el tejado sabrosísimo, desgajó un buen pedazo, y Gretel sacó todo un cristal redondo y se sentó en el suelo, comiendo a dos carrillos.
Abrióse entonces la puerta bruscamente, y salió una mujer viejísima, que se apoyaba en una muleta. Los niños se asustaron de tal modo, que soltaron lo que tenían en las manos; pero la vieja, meneando la cabeza, les dijo:
- Hola, pequeñines, ¿quién os ha traído? Entrad y quedaos conmigo, no os haré ningún daño.
Y, cogiéndolos de la mano, los introdujo en la casita, donde había servida una apetitosa comida: leche con bollos azucarados, manzanas y nueces. Después los llevó a dos camitas con ropas blancas, y Hänsel y Gretel se acostaron en ellas, creyéndose en el cielo. La vieja aparentaba ser muy buena y amable, pero, en realidad, era una bruja malvada que acechaba a los niños para cazarlos, y había construido la casita de pan con el único objeto de atraerlos. Cuando uno caía en su poder, lo mataba, lo guisaba y se lo comía; esto era para ella un gran banquete. Las brujas tienen los ojos rojizos y son muy cortas de vista; pero, en cambio, su olfato es muy fino, como el de los animales, por lo que desde muy lejos ventean la presencia de las personas. Cuando sintió que se acercaban Hänsel y Gretel, dijo para sus adentros, con una risotada maligna: «¡Míos son; éstos no se me escapan!».
Levantóse muy de mañana, antes de que los niños se despertasen, y, al verlos descansar tan plácidamente, con aquellas mejillitas tan sonrosadas y coloreadas, murmuró entre dientes: «¡Serán un buen bocado!». Y, agarrando a Hänsel con su mano seca, llevólo a un pequeño establo y lo encerró detrás de una reja. Gritó y protestó el niño con todas sus fuerzas, pero todo fue inútil. Dirigióse entonces a la cama de Gretel y despertó a la pequeña, sacudiéndola rudamente y gritándole:
- Levántate, holgazana, ve a buscar agua y guisa algo bueno para tu hermano; lo tengo en el establo y quiero que engorde. Cuando esté bien cebado, me lo comeré.
Gretel se echó a llorar amargamente, pero en vano; hubo de cumplir los mandatos de la bruja. Desde entonces a Hänsel le sirvieron comidas exquisitas, mientras Gretel no recibía sino cáscaras de cangrejo. Todas las mañanas bajaba la vieja al establo y decía:
- Hänsel, saca el dedo, que quiero saber si estás gordo.
Pero Hänsel, en vez del dedo, sacaba un huesecito, y la vieja, que tenía la vista muy mala, pensaba que era realmente el dedo del niño, y todo era extrañarse de que no engordara. Cuando, al cabo de cuatro semanas, vio que Hänsel continuaba tan flaco, perdió la paciencia y no quiso aguardar más tiempo:
- Anda, Gretel -dijo a la niña-, a buscar agua, ¡ligera! Esté gordo o flaco tu hermano, mañana me lo comeré.
¡Qué desconsuelo el de la hermanita, cuando venía con el agua, y cómo le corrían las lágrimas por las mejillas! «¡Dios mío, ayúdanos! -rogaba-. ¡Ojalá nos hubiesen devorado las fieras del bosque; por lo menos habríamos muerto juntos!».
- ¡Basta de lloriqueos! -gritó la vieja-; de nada han de servirte.
Por la madrugada, Gretel hubo de salir a llenar de agua el caldero y encender fuego.
- Primero coceremos pan -dijo la bruja-. Ya he calentado el horno y preparado la masa -.
Y de un empujón llevó a la pobre niña hasta el horno, de cuya boca salían grandes llamas.
- Entra a ver si está bastante caliente para meter el pan -mandó la vieja.
Su intención era cerrar la puerta del horno cuando la niña estuviese en su interior, asarla y comérsela también. Pero Gretel le adivinó el pensamiento y dijo:
- No sé cómo hay que hacerlo; ¿cómo lo haré para entrar?
- ¡Habráse visto criatura más tonta! -replicó la bruja-. Bastante grande es la abertura; yo misma podría pasar por ella -y, para demostrárselo, se adelantó y metió la cabeza en la boca del horno.
Entonces Gretel, de un empujón, la precipitó en el interior y, cerrando la puerta de hierro, corrió el cerrojo. ¡Allí era de oír la de chillidos que daba la bruja! ¡Qué gritos más pavorosos! Pero la niña echó a correr, y la malvada hechicera hubo de morir quemada miserablemente. Corrió Gretel al establo donde estaba encerrado Hänsel y le abrió la puerta, exclamando: ¡Hänsel, estamos salvados; ya está muerta la bruja! Saltó el niño afuera, como un pájaro al que se le abre la jaula. ¡Qué alegría sintieron los dos, y cómo se arrojaron al cuello uno del otro, y qué de abrazos y besos!
Y como ya nada tenían que temer, recorrieron la casa de la bruja, y en todos los rincones encontraron cajas llenas de perlas y piedras preciosas.
- ¡Más valen éstas que los guijarros! -exclamó Hänsel, llenándose de ellas los bolsillos.
Y dijo Gretel:
- También yo quiero llevar algo a casa -y, a su vez, se llenó el delantal de pedrería.
- Vámonos ahora -dijo el niño-; debemos salir de este bosque embrujado -.
A unas dos horas de andar llegaron a un gran río.
- No podremos pasarlo -observó Hänsel-, no veo ni puente ni pasarela.
- Ni tampoco hay barquita alguna -añadió Gretel-; pero allí nada un pato blanco, y si se lo pido nos ayudará a pasar el río -.
Y gritó: «Patito, buen patito mío Hänsel y Gretel han llegado al río. No hay ningún puente por donde pasar; ¿sobre tu blanca espalda nos quieres llevar?». Acercóse el patito, y el niño se subió en él, invitando a su hermana a hacer lo mismo.
- No -replicó Gretel-, sería muy pesado para el patito; vale más que nos lleve uno tras otro.
Así lo hizo el buen pato, y cuando ya estuvieron en la orilla opuesta y hubieron caminado otro trecho, el bosque les fue siendo cada vez más familiar, hasta que, al fin, descubrieron a lo lejos la casa de su padre. Echaron entonces a correr, entraron como una tromba y se colgaron del cuello de su padre. El pobre hombre no había tenido una sola hora de reposo desde el día en que abandonara a sus hijos en el bosque; y en cuanto a la madrastra, había muerto. Volcó Gretel su delantal, y todas las perlas y piedras preciosas saltaron por el suelo, mientras Hänsel vaciaba también a puñados sus bolsillos. Se acabaron las penas, y en adelante vivieron los tres felices. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Atacantes del ácido y mujeres sin espejo

http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-343267-atacantes-del-acido-y-mujeres-sin-espejo

Los grafitis ¿buenos o malos?

http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/los-destrozos-de-los-grafiteros-vandalos-en-bogota_11722607-4

VISITA A LA FERIA DEL LIBRO 2012

INAUGURACIÓN DE JUEGOS 2012

EL HIMNO NACIONAL (el error de Shakira, el error de muchos)

Muchas veces en el colegio, se insiste en que todos los estudiantes entonen el himno nacional. Hay que decir, con tristeza, que son muy pocos los que lo cantan y prefieren tomar otras actividades como charlar con el compañero(a) de al lado, mirar para todos lados, comer o esperar paciente o impacientemente hasta que acabe.

Parte del motivo de este artículo, es mostrar la importancia que tiene el himno nacional de Colombia como parte de la identidad y amor de patria que deberíamos sentir los que nacimos en estas benditas tierras. Hace pocos días, la cantante Shakira, de la que muchos se sienten orgullosos porque es colombiana y ha alcanzado grandes éxitos a nivel musical, se le pidió que entonara el himno nacional en la Cumbre de las Américas, reunión en la que estaban presentes  más de treinta presidentes y algunos delegados de gobiernos. Siendo Colombia el país anfitrión de esta cumbre, se esperaba que Shakira representará honorablemente la responsabilidad de cantar el himno nacional de su país, pero confundió la letra y por eso cometió errores como cantar "la libertad de Ublime" en vez de "la libertad sublime" y "el surco de Dolores" en vez "en surcos de dolores", "el bien germina allá" en vez de "el bien germina ya". Este bochornoso hecho, demuestra la importancia de cantar el himno nacional, ya que representa la esencia que tenemos como colombianos, la identidad que nos debe unir a nuestro país. No saber la letra del himno es como no saber el nombre de la mamá.

La invitación es a que cantemos el himno nacional de nuestro país con orgullo, un himno que fue escrito por un expresidente de la República (Rafel Nuñez) y musicalizado por un italiano radicado en Colombia (el maestro  Oreste Sindici) y que fue cantado por primera vez el 11 de noviembre de 1887. Nunca se nos debe olvidar el país en el que nacimos, el país que debemos defender y querer, porque olvidarse del país, repito, es lo mismo que olvidarse de la mamá.


Y ya para finalizar, quisiera saber si cantas el himno nacional o no, y si lo haces o no lo haces, me gustaría saber por qué.




http://www.noticiascaracol.com/nacion/video-262816-error-de-shakira-con-el-himno-nacional-causo-revuelo


http://www.elcomercio.com/entretenimiento/Shakira-confundio-cantar-Himno-pais_0_683331686.html






LA VERDADERA LETRA


CORO

¡Oh gloria inmarcesible! 
¡Oh júbilo inmortal!
¡En surcos de dolores 
El bien germina ya.


Primera estrofa.

Cesó la horrible noche 
La libertad sublime 
Derrama las auroras 
De su invencible luz. 
La humanidad entera, 
Que entre cadenas gime, 
Comprende las palabras 
Del que murió en la cruz


Otro caso de Bullying o matoneo o acoso escolar

http://cristianobook.com/profiles/blogs/se-suicido-un-alumno-de-12-anos-por-acoso-escolar?xg_source=msg_mes_network

Joven es condenado por grabar video que causó un suicidio

¿Están de acuerdo con que haya sido condenado? 


http://www.eltiempo.com/mundo/estados-unidos/bullying-penalizado-por-primera-vez_11425165-4 


Maná

¿Qué piensas sobre la letra de esta canción? ¿Estás de acuerdo o no?




¿QUÉ OPINAS SOBRE LOS HECHOS OCURRIDOS AYER EN BOGOTÁ?

http://www.elespectador.com/noticias/bogota/articulo-331578-petro-dice-tiene-nombres-y-videos-de-quienes-orquestaron-caos-bo

....

Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida (Woody Allen)

LOS MEJORES CONSEJOS

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Bk7mgKpwpck#!

Joven muerto en hechos confusos con la policía

http://www.elespectador.com/noticias/bogota/articulo-323615-nuevo-caso-de-joven-muerto-bogota-incidente-policia